lunes, 27 de septiembre de 2010

LA EVALUACION ABIERTA



Imágen tomada de: http://blog.pucp.edu.pe/item/24458/el-trabajo-colaborativo-con-internet

Cuando se habla de mejorar la calidad de la educación ya sea formal, no formal, informal, presencial, semipresencial, a distancia o virtual entre otras, se debe considerar epistemológicamente la evaluación en el contexto amplio de la enseñanza, el aprendizaje y la retroalimentación. La evaluación depende entre otras de la concepción pedagógica del maestro, de la concepción científica de la disciplina objeto de su formación, de lo que el alumno concibe y espera al igual que la sociedad de su servicio educativo.

La evaluación es una filosofía y una práctica. Como filosofía depende de cómo comprenda y explique lo educativo. Como práctica hace parte de los medios e instrumentos usados para evaluar. Es decir, la evaluación se concibe como un procedimiento ya sea práctico teórico que propende por el mejoramiento de la enseñanza y del aprendizaje.

Antes de preguntarnos ¿Qué evaluar?, ¿Cómo evaluar?, ¿Por qué evaluar? y ¿Para qué evaluar? tenemos que preguntarnos por el modelo pedagógico lo que nos permite saber como se concibe la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación dentro del contexto en el que se inscribe el proceso educativo.

Podríamos establecer paralelos entre los sistemas tradicionales y el sistema abierto como lo presenta S. Downes (2007), en la evaluación abierta. Sin embargo, debemos tener claro que la educación posee una intencionalidad que se expresa en los fines y propósitos que la delimitan. Y está enmarcada por los conceptos de educabilidad y enseñabilidad vinculados al conocimiento y en estrecha correspondencia con las prácticas a través de las cuales este conocimiento se construye. Por ello considero la evaluación como un instrumento o una herramienta que está al servicio de la educación y que nos permite soportar la necesidad de cambio en pro de la mejora de la calidad de la enseñanza, el aprendizaje, la gestión y el desarrollo desde los niveles institucionales, disciplinares y o temáticos que hacen parte del nivel educativo.
La evaluación definida como: "el enjuiciamiento sistemático de la valía o el merito de un objeto" definición adoptada por el (Joint Committee, 1993), se contrapone con la definición que históricamente hemos manejado que supone comparar objetivos y resultados.

La calidad del un proceso evaluativo está precedido de una transparente definición de criterios, procedimientos, indicadores y de cumplimiento de los principios de democracia y flexibilidad, así como las normas establecidas de utilidad, factibilidad, ética y exactitud.


La evaluación de un plan, proyecto o programa educativo puede ser abordado desde: sus necesidades, los procesos, los resultados y el impacto entre otros. Esta acción evaluadora debe percibirse como una necesidad real y vital dentro del proceso educativo ya que está destinada a determinar los aciertos, los errores y las nuevas necesidades, con miras a satisfacerlas sin importar si la educación que se sirve es formal, no formal, informal, presencial, semipresencial, a distancia o virtual entre otras.



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